Alimentación y el ejercicio pueden tratar la depresión como un médico: estudio
Un estudio en Australia muestra que mejorar la dieta y el ejercicio puede tratar la depresión leve tan eficazmente como la terapia psicológica

Dietistas y fisiólogos del ejercicio podrían desempeñar un papel importante en el tratamiento de la depresión. Crédito: Zamrznuti tonovi | Shutterstock
En Australia, aproximadamente 3,2 millones de personas viven con depresión, un problema de salud mental significativo que a menudo se encuentra en un contexto de estilos de vida poco saludables.
Un reciente ensayo llevado a cabo en Melbourne sugiere que una intervención enfocada en mejorar la dieta y aumentar la actividad física puede ser tan efectiva como la terapia cognitivo-conductual (TCC) en el tratamiento de la depresión leve.

El ensayo se centró en 182 adultos de Victoria, una región duramente golpeada por los confinamientos durante la pandemia de COVID-19. Estos participantes, que mostraban síntomas de depresión leve pero no necesariamente un trastorno mental diagnosticado, participaron en sesiones grupales realizadas a través de Zoom. Los síntomas comunes entre los participantes incluían sentimientos de tristeza, desesperanza, irritabilidad y llanto.
Los participantes fueron divididos en dos grupos: uno que recibió un programa de estilo de vida y otro que siguió un programa de psicoterapia. El programa de estilo de vida fue cofacilitado por un dietista acreditado y un fisiólogo del ejercicio, y se centró en establecer metas relacionadas con la nutrición y el movimiento.
Los objetivos incluían una alimentación variada, rica en fibra y grasas de alta calidad, así como la limitación de alimentos con altos niveles de grasas saturadas y azúcares añadidos. Además, se incentivó la práctica de actividad física placentera.
Tratamiento de la depresión
Por otro lado, el grupo de psicoterapia siguió un enfoque basado en la TCC, considerada el estándar de oro en el tratamiento de la depresión. Las sesiones fueron dirigidas por dos psicólogos y se enfocaron en identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos que contribuyen a la depresión.
Ambos grupos continuaron con sus tratamientos preexistentes, como el uso de antidepresivos, y recibieron materiales de apoyo adicionales. El grupo de estilo de vida recibió una cesta de alimentos saludables, mientras que el grupo de psicoterapia recibió artículos como un libro para colorear y una pelota antiestrés.
Tras ocho semanas de intervención, los resultados mostraron una reducción similar en los síntomas de depresión en ambos grupos: un 42% en el grupo de estilo de vida y un 37% en el grupo de psicoterapia.
Los participantes del programa de estilo de vida mejoraron su dieta, mientras que aquellos en el programa de psicoterapia reportaron un aumento en el apoyo social percibido.

Los participantes de ambos grupos aumentaron su actividad física, un resultado que no se anticipaba en el grupo de psicoterapia. Los investigadores sugieren que esto podría deberse a la conciencia de estar participando en un estudio sobre el estilo de vida o como un efecto secundario positivo de la psicoterapia.
El costo de implementar ambos programas fue similar, aunque el programa de estilo de vida resultó ser ligeramente más económico, con un costo de 482 dólares australianos por participante, en comparación con los 503 dólares del programa de psicoterapia.
Dada la creciente demanda de servicios de salud mental en Australia y la escasez de profesionales, estos hallazgos sugieren que los dietistas y fisiólogos del ejercicio podrían desempeñar un papel importante en el tratamiento de la depresión, especialmente cuando los psicólogos no están disponibles de inmediato.
En un futuro, las terapias basadas en el estilo de vida podrían ofrecer una solución viable y accesible, especialmente en combinación con la psicoterapia tradicional, proporcionando una atención más holística y multidisciplinaria a quienes padecen depresión.
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